Nunca antes había marcado tanto en un curso (53, 13 de ellos en la presente Champions), ni había alcanzado un promedio goleador tan alto (1,19 tantos por partido). Ha marcado 31 goles (aunque sólo tres en la Champions) y ha repartido 27 asistencias esta temporada. Tampoco ha encontrado su lugar Griezmann en el Barça pese a cumplir en el aspecto realizador (15 goles y cuatro asistencias). Las cookies hacen que wikiHow sea un lugar mejor. «Señor Franck Ribery, si no sabe lo que hacer con su dinero, hay muchas causas a las que contribuir en todo el mundo», le sugería un internauta. Elúltimo en hincarle el diente: Ribery, equipación bayern de munich que podría terminar multado por su club. A Walker le tiraron una vez -la falta que propició la roja a Bravo- y la paró. Aún vistiendo la camiseta del Borussia Dortmund jugó una final de la Champions en 2013. Y la perdió precisamente contra el Bayern aquel día en que Robben alcanzó el cielo de Wembley.
Robben se va con ocho. El luso corrió hasta el banquillo para celebrar su gol con los tres jugadores que se van: Rafinha, Robben y Ribery. Kovac, emocionado, empezó a llorar en el banquillo. Bueno, mejor dicho, en qué futbolista no estaba ni en el banquillo. «No hay mejor manera de comenzar el año que con una pizca de sal y una visita a mi hermano turco», tuiteó el futbolista del Bayern Munich el pasado 3 de enero. Y mientras los medios de comunicación reunían información acerca de la situación de Bale, el Real Madrid arrancó embravecido, como si quisiera borrar de su memoria todo el año pasado de un plumazo. El pasado jueves disputó su primer encuentro ante el Arsenal. En el vídeo, de 36 segundos, el cocinero despliega el espectáculo que le ha granjeado fama ante la mirada del francés. El partido ante el Levante (sábado a las 13.00 horas) será el último que dispute con la camiseta del Atlético.
La Champions es el trofeo que, al fin y al cabo, marca las diferencias. Tener esa sensación de que hay más que ganar que perder puede ser positiva y dentro del vestuario tenemos la convicción de que, si hacemos las cosas bien, tendremos opciones de pasar. Es verdad que entonces jugamos primero en casa y luego en el Camp Nou, pero cada eliminatoria es un mundo, pese a que haya similitudes en cuanto a las circunstancias en las que se llega al partido. Es cierto que habrá momentos en la eliminatoria en los que sufriremos, porque el Barcelona apretará, también hay que sufrir para ganar, los equipos buenos sufren, se adaptan a ello y acaban superándolo. El paso por vestuarios revolucionó por completo las alineaciones de ambos equipos. La tumba se abre y se cierra con tanta facilidad que a nadie sorprende que en equipos zurcidos a partir de un único pantocrátor uno se acostumbre a abandonar la catatonia.
Ribery se despide con nueve títulos de la Bundesliga en su cuenta personal, un récord que no comparte con nadie. Tampoco ha atrapado nadie en Alemania más títulos internacionales (11). Pero todos esos registros también tienen un reverso. Todavía queda, en una semana, la final de la Copa de Alemania contra el RB Leipzig y la posibilidad del doblete. El director general de la entidad bávara, Karl-Heinz Rummenigge, se mostró satisfecho con la renovación de dos «pilares muy importantes» del equipo. Un bombazo que llega apenas un año después de anunciar en un documental su sonada renovación (pasó a cobrar más de 20 millones de euros netos), rechazando la atractiva oferta del Barcelona. «Lo que me interesaba del personaje no era su vida, sino su muerte», insistía García Márquez, sin reparar en otro concepto tan habitual en el fútbol, camiseta bayern munich 2021 el de la resurrección. Lo más terrible de la cena, con una dolorosa de 400 euros, equipacion bayern munich es que le dejó «con el antojo de un bocadillo». Zidane presentó una formación con una cara totalmente distinta. Fue una noche que todos tenemos en la memoria. Derrumbó de un soplido (un gol, una asistencia a Luis Suárez y otra a Griezmann) a un Borussia Dortmund que nada tuvo que ver con el ciclón visto en el Signal Iduna Park.